viernes, 5 de abril de 2013

Composición Creativa Cristo San Juan de la Cruz, Dalí


Cristo de San Juan de la Cruz es un famoso cuadro del pintor español Salvador Dalí realizado en 1951. Realizado mediante la técnica del óleo sobre lienzo, de estilo surrealista y sus medidas son 205 x 116 cm, destacando la originalidad de la perspectiva y la habilidad técnica de la pintura. Se conserva en el  Museo Kelvingrove, en Glasgow, Reino Unido.

Dalí tomó al famoso doble de Hollywood, Russ Saunders, como modelo para pintar a Cristo y tomó como modelo al trapecista Diego Schmiedl.  Se  inspiró de un dibujo del místico San Juan de la Cruz conservado en el monasterio de la Encarnación de Ávila y en una imagen que decía haber soñado de un círculo dentro de un triángulo. Esta figura, que según él era como el núcleo del átomo, era similar al dibujo del monasterio, así que decidió usarla en el cuadro. El paisaje en calma se inspira en Port Lligat y en un dibujo de Velázquez  para  la rendición de Breda. Los pescadores están inspirados en una pintura de Le  Nain. La pintura muestra a Jesús crucificado, tomado en perspectiva y visto desde arriba, cuya cabeza, mirando hacia abajo, es el punto central de la obra. La parte inferior del cuadro es un paisaje apacible, formado por la bahía de Port Lligat. Abajo a la derecha, dos pescadores se afanan en el pequeño puerto. Ambos son en realidad pintores famosos retratados por Dalí. Entre Cristo y la bahía se interponen unas nubes de tonos místicos y misteriosos, iluminadas por el resplandor que emana de la cruz y de Cristo. La obra simboliza al Cristo Redentor. El fuerte claroscuro sirve para resaltar la figura de Jesús y provocar un efecto dramático. Cristo es representado de forma humana y sencilla. Tiene el pelo corto, muy distinto a las representaciones clásicas de Jesús con el pelo largo, y tiene una posición relajada. El letrero en la parte superior de la cruz donde se dice que se colocaron las iniciales INRI, está representado con una hoja de papel pequeña y doblada. No está herido ni está clavado a la cruz; no hay llagas ni heridas ni mucho menos sangre. Parece que flota junto a la cruz.

Esta es posiblemente, la obra más humana y humilde que se ha pintado sobre la Crucifixión de Cristo.


Como se viene diciendo, Dalí es el genio del surrealismo con sus obras impactantes. Me llama mucho la atención la imaginación que ya tenía desde pequeño y con el don con el que llegó a nacer.

El Surrealismo tuvo y tiene una gran importancia hoy en día, ya que se produjo un movimiento artístico contra la tradición cultural de la burguesía y el orden moral establecido en aquel entonces, donde surge a través de la unión de política, la literatura y el arte.

Me gusta bastante la obra del Cristo de San Juan de la Cruz por su impresión hacia la cruz, que es lo que más destaca en el cuadro, y por simbolizar un aspecto más humano y menos doloroso del Cristo como es descrito en diferentes obras de otros artistas. En cuanto a los colores, señalar su buen planteamiento sobre la obra.

En lo relativo a la realización de la composición creativa sobre la obra de San Juan de la Cruz, en la realización de la ampliación de dibujo a la base del tablero me resultó un poco difícil por la adaptación adecuada al tablero, ya que el Cristo es el elemento más significativo del cuadro, siendo éste el proceso en el que más tiempo ha ocupado, por intentar acoplarlo a las medidas.

Los procesos siguientes han sido más fáciles, pero intentando siempre de darle la perfección a los encajes de piezas y sus volúmenes unas a otras con las herramientas realizadas manualmente para su acoplamiento perfecto de piezas.




Y lo más importante el acabado decorativo que se ha realizado, en la obra original de Salvador Dalí los colores que utilizo al oleo es estilo barroco, inspirándose en el estilo de Velázquez.

Mi idea fue primero añadir tintes al agua por la trasparencia que deja su aplicación en las vetas de la madera y su rugosa terminación, respetando los tonos de colores para expresar el barroco tal y como se expresa en el original. 

El acabado le apliqué un barniz al agua para darle volumen y el efecto que deja sobre el teñido y generalmente para proteger lo pintado anteriormente.


Finalmente puedo concluir diciendo que en el proyecto de la Composición Creativa Dalí los factores que lo han determinado han sido: el reto, la capacidad de creación y composición a realizar una obra seleccionada de manera exhaustiva y personal, donde la imaginación y la creatividad han sido fundamentales para llevarlo a cabo.

A veces he tenido la sensación de sentirme un poco perdido, o mejor dicho, ‘atascado’ sobre todo a la hora de replantearme el trabajo porque quería que la perfección fluyera en él.

Ha sido una experiencia muy motivadora, desafiante, una mezcla de emociones y profesionalidad.