Cristo de San Juan de la Cruz es un famoso cuadro del
pintor español Salvador Dalí realizado en 1951. Realizado mediante la técnica
del óleo sobre lienzo, de estilo surrealista y sus medidas son 205 x 116 cm,
destacando la originalidad de la perspectiva y la habilidad técnica de la
pintura. Se conserva en el Museo
Kelvingrove, en Glasgow, Reino Unido.
Dalí tomó al famoso doble de Hollywood, Russ Saunders,
como modelo para pintar a Cristo y tomó como modelo al trapecista Diego
Schmiedl. Se inspiró de un dibujo del místico San Juan de
la Cruz conservado en el monasterio de la Encarnación de Ávila y en una imagen
que decía haber soñado de un círculo dentro de un triángulo. Esta figura, que
según él era como el núcleo del átomo, era similar al dibujo del monasterio,
así que decidió usarla en el cuadro. El paisaje en calma se inspira en Port
Lligat y en un dibujo de Velázquez
para la rendición de Breda. Los
pescadores están inspirados en una pintura de Le Nain. La pintura muestra a Jesús crucificado,
tomado en perspectiva y visto desde arriba, cuya cabeza, mirando hacia abajo,
es el punto central de la obra. La parte inferior del cuadro es un paisaje
apacible, formado por la bahía de Port Lligat. Abajo a la derecha, dos
pescadores se afanan en el pequeño puerto. Ambos son en realidad pintores
famosos retratados por Dalí. Entre Cristo y la bahía se interponen unas nubes
de tonos místicos y misteriosos, iluminadas por el resplandor que emana de la
cruz y de Cristo. La obra simboliza al Cristo Redentor. El fuerte claroscuro
sirve para resaltar la figura de Jesús y provocar un efecto dramático. Cristo es representado de forma humana y sencilla.
Tiene el pelo corto, muy distinto a las representaciones clásicas de Jesús con
el pelo largo, y tiene una posición relajada. El letrero en la parte superior
de la cruz donde se dice que se colocaron las iniciales INRI, está representado
con una hoja de papel pequeña y doblada. No está herido ni está clavado a la
cruz; no hay llagas ni heridas ni mucho menos sangre. Parece que flota junto a
la cruz.
Esta es posiblemente, la obra más humana y humilde que
se ha pintado sobre la Crucifixión de Cristo.
Como se viene diciendo, Dalí es el genio del surrealismo
con sus obras impactantes. Me llama mucho la atención la imaginación que ya
tenía desde pequeño y con el don con el que llegó a nacer.
El Surrealismo tuvo y tiene una gran importancia hoy en
día, ya que se produjo un movimiento artístico contra la tradición cultural de
la burguesía y el orden moral establecido en aquel entonces, donde surge a
través de la unión de política, la literatura y el arte.
Me gusta bastante la obra del Cristo de San Juan de la Cruz por su impresión hacia
la cruz, que es lo que más destaca en el cuadro, y por simbolizar un aspecto
más humano y menos doloroso del Cristo como es descrito en diferentes obras de
otros artistas. En cuanto a los colores, señalar su buen planteamiento sobre la
obra.
En lo relativo a la realización de la composición
creativa sobre la obra de San Juan de la Cruz , en la realización de la ampliación de
dibujo a la base del tablero me resultó un poco difícil por la adaptación
adecuada al tablero, ya que el Cristo es el elemento más significativo del
cuadro, siendo éste el proceso en el que más tiempo ha ocupado, por intentar
acoplarlo a las medidas.
Los procesos siguientes han sido más fáciles, pero
intentando siempre de darle la perfección a los encajes de piezas y sus
volúmenes unas a otras con las herramientas realizadas manualmente para su
acoplamiento perfecto de piezas.
Y lo más importante el acabado decorativo que se ha
realizado, en la obra original de Salvador Dalí los colores que utilizo al oleo
es estilo barroco, inspirándose en el estilo de Velázquez.
Mi idea fue primero
añadir tintes al agua por la trasparencia que deja su aplicación en las vetas
de la madera y su rugosa terminación, respetando los tonos de colores para
expresar el barroco tal y como se expresa en el original.
El acabado le apliqué
un barniz al agua para darle volumen y el efecto que deja sobre el teñido y
generalmente para proteger lo pintado anteriormente.
Finalmente puedo concluir diciendo que en el proyecto de
la Composición Creativa Dalí los factores que lo han determinado han sido: el
reto, la capacidad de creación y composición a realizar una obra seleccionada
de manera exhaustiva y personal, donde la imaginación y la creatividad han sido
fundamentales para llevarlo a cabo.
A veces he tenido la sensación de sentirme un poco
perdido, o mejor dicho, ‘atascado’ sobre todo a la hora de replantearme el
trabajo porque quería que la perfección fluyera en él.
Ha sido una experiencia muy motivadora, desafiante, una
mezcla de emociones y profesionalidad.